miércoles, 2 de octubre de 2013

Mente sana in corpore sano

Hay cosas que únicamente pueden entenderse cuando se experimentan en las propias carnes. No hay empatía suficiente que te acerque a justificar barbaridades que antes de vivir un estado límite eran injustificables; sólo el hecho de vivir fuera de ti, de padecer el descontrol total, puedes entender cosas inimaginables. La desesperación actúa de diferentes maneras dependiendo del cuerpo en el que se instala.
Por eso es tan importante no traspasar los límites, por eso es tan importante emplear tiempo en conocerse una misma, en pensar en una misma sin tener a veces en cuenta los daños colaterales; es muy probable que esos fantasmas que nos han llevado a ese estado, se disuelven con mayor facilidad de lo que en un principio pensamos.
¿Porqué insistimos en imposibles?
¿Porqué una mujer maltratada aguanta y aguanta hasta morir?
¿Porqué decimos sí cuándo tenemos el convencimiento de que tendríamos que decir no?
¿Porqué una persona pacífica llega a ser un maltratador/a?
¿Porqué alguien llega a convertirse en un asesino/a?
Llevamos veintipico mujeres muertas por violencia de género en lo que va de año. Nos enfrentamos a un verano que hará estragos. Seguro que muchas de las personas implicadas ya llevan el sello en los genes, o que eligieron el patrón inadecuado, no por ello dejan de ser responsables. Cuando oímos que alguien ha matado a alguien y luego se ha suicidado, lo lógico es pensar, !pues que se hubiera suicidado antes¡, sigo sin justificar la violencia, pero, ¿creéis que una mente sana llegaría a actuar de igual manera?
El límite es una línea muy finita, sin darte cuenta en cuestión de un segundo puedes traspasarla....
Lo improbable no es imposible.
(Lapsus gracias, le sigo sacando provecho.)
Hace un día precioso para disfrutar, reflexionar, soñar....Feliz domingo compañeras! Os espero en la frontera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario