Mi testamento vital

La añoranza fresca lucha contra la inconcebible idea de adaptarnos a las ausencias. No queda otra que mirarla a los ojos, respirar y dejar que ronde el olvido;  entretanto, gana espacio la resignación. 

La RAE  define la resignación como la aceptación con paciencia y conformidad de una adversidad. 

Osea, resignación es el resultado de llorar mucho, gritar a veces y palpar la impotencia; para resignarse es necesario descontrolar las ganas de salir corriendo, de huir sin razonar hasta girarnos de golpe y coger al miedo por sorpresa, mirarle de frente y bajar la vista en el mismo instante que dejamos de apretar los dientes. Mientras tanto, la paciencia asoma tan solo en un suspiro y la conformidad no es más que un engaño para seguir adelante.

Mi padre se marchó agotado, luchó hasta que no pudo más, hasta que se resignó. Estaba guapísimo, el pijama del hospital era azul, del mismo color de sus ojos; esos sí eran dos grandes océanos. 

Decidir sobre la vida de otra persona, dar consentimiento para que descanse, es una de las situaciones más difíciles por las que uno/a puede pasar; al mismo tiempo es un acto de bondad y amor enorme.

Pero, ¿conocéis qué es el testamento vital? Con él podemos manifestar nuestra voluntad en caso de que lleguemos a padecer alguna enfermedad que impida expresarnos; en esa circunstancia, ante un diagnostico que no asegura una calidad de vida digna, prevalecería nuestra intención y tiene validez legal.

Necesito tres testigos y dos representantes que se encargarán de que mi voluntad se lleve a cabo. Se admiten candidatos.

http://www.eutanasia.ws/testamento_vital.html

Pero hay otros testamentos vitales de igual importancia y que no necesitan firmas. Son testamentos que nos impregnan periódicamente, los encargados de crear el único adversario que se ríe de la resignación y se encara con el olvido: el recuerdo. 

Así que aferro a mi memoria todas las sonrisas, los detalles, el amor.....todos los abrazos que recibo y todas las miradas; porque son mi motor, ¿y quién sabe?, quizás sean los hilos que algún día me ayuden a soportar vuestra ausencia.