sábado, 15 de octubre de 2016

Kilómetro cero

Nació la palabra Hamor entre risas,
porque el amor, en sí, no es más 
que eso que algunos reconocen
entre trenes, partos y prisas. 

Amor con humor, es Hamor, 
y aunque la felicidad absoluta,
con amor, a veces rocen,
no puedo evitar, lo confieso,
sentirme protagonista de un cuento,
de este hamor vehemente,
que pocos de ustedes conocen.

Conquista a diario mi vida, 
despertando sentimientos,
crezco en las dudas y miento,
si no digo que despido, 
en uno u otro momento,
a guerras, cegueras o heridas.

Respiro, gestiono mis emociones,
y si acaso me equivoco y le digo que lo siento,
ella convierte en canciones temores que hay en mi mente
o me responde discreta: no es siento, es siento veinte.

Nació la palabra Hamor en el kilómetro cero,
dónde la niña que viste preciosa y no para la ocasión,
que apapacha mi razón y que me empapa de calma
disparó desde una silla en aquella habitación
y con un tiro certero clavó su sonrisa en mi alma.


Es un día perfecto para ser feliz 
y para verte bailar, 
así que si quieres baila, 
que yo soy feliz si bailas 
como tú quieras bailar.



PD. Nunca pensé que pudiera llegar Abril a apagar una candela, al mismo tiempo que en sueños dejaba encendida una vela.


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