Salté con los pantalones arremangados pero no con la fuerza suficiente como para no caer de pleno en aquel charco; cualquiera un poco curiosa lo habría adivinado desde lejos y no habría metido la pata.
Estaba acostumbrada a caminar con la ropa húmeda, secarla y remojarla gratuitamente. Perdí el miedo a vestirme de nuevo, ni me gustaba ni me preocupaba, ya había perdido sentido estar de manera reconfortante, ya no veía otro camino y destrozaba las prendas sin temor alguno.
Encontraba quietud en el mar, no tenía necesidad de resguardar la ropa, entraba y salía del agua completamente desnuda y parecía desafiar las miradas, pero realmente, dejaron de importarme.
Poco a poco el tiempo se fue llevando todo aquello que era imprescindible en mi trayecto, caminar era lo único relevante.
Cuando sonaba la música podía disfrutar sin perder detalle, fluían miradas y sueños una y otra vez.
Todo tenía sentido hasta que las canciones eran pura fantasía y los olores recuerdos.
Cuando sonaba la música podía disfrutar sin perder detalle, fluían miradas y sueños una y otra vez.
Todo tenía sentido hasta que las canciones eran pura fantasía y los olores recuerdos.
Ole y ole mi pollete...taztimuuuu
ResponderEliminarQue bien se explica mi niña...oleeee
ResponderEliminarQue bonita eres joder!
ResponderEliminarMe encanta la forma en que te expresas.
Bonita, nivel Dios.