La culpa

El crujido ha sido leve pero en medio de los sueños, cuando el alma que está alerta, percibe los movimientos que suceden a su alrededor.

Los deditos los tenía al borde de la ventana, esta vez estaba cerrada...el frío aún no permite dejarla de par en par. Son las seis, tan solo hace 4 horas que me fuí a dormir, pero dí un bote y la dejé ahí colgada. Menudo dolor de cabeza, quizás estuvo golpeandome antes de saltar...la ducha, el café, la música y un espléndido sol que entra al salir al comedor. Es curioso pero esta vez el sol logra nublarme la vista, qué cosas no?.

Es posible que esté ahí igual que están las almas en tránsito, porqué aún hay algo que resolver. Mi interior hace meses que dejó de alimentarla, pero es difícil separarte del dolor de las personas que respetas porqué han sido parte importante de tu vida.

No, no, no, no, no, no.....no voy a gastar los nos, me los quitó la pena.

Ahora sé que sólo falta un empujoncito, las fotos, las llamadas, los miedos, cuando marche al trabajo dejaré la ventana abierta, pero seguro que tendré que coger fuerzas para algo que podría desaparecer tan solo con un soplido.

De momento ahí está colgada, mirando y retando; son dos buenas cosas el miedo y la pena, en cuanto me cargue uno venceré a la otra, o al revés

Estoy segura que al volver se habrá marchado ella solita, dejándo mi maleta un poquito más libiana. Yo ya os digo que hace tiempo que intento dejar de alimentarla.